Vivienda, gentrificación y resiliencia urbana
El problema de la gentrificación y la importancia del derecho a la vivienda han tomado protagonismo durante las últimas semanas en Mexico. Es por ello que en esta edición de nuestro newsletter te contamos por qué la vivienda adecuada es un pilar de la resiliencia urbana y te adelantamos detalles sobre nuestra próxima publicación, una colaboración con CoRe Ciudades Amables y Vivibles sobre vivienda asequible.
Recientes protestas en la Ciudad de México han puesto nuevamente en el centro del debate la importancia de priorizar las necesidades de los habitantes locales ante las dinámicas del mercado inmobiliario y garantizar el acceso a la vivienda adecuada para todas las personas.
Diversos colectivos han denunciado la expulsión de residentes de zonas centrales de la ciudad a consecuencia del incremento en los precios de renta, la conversión de viviendas en alojamientos temporales para turistas y nómadas digitales, y la proliferación de desarrollos habitacionales de lujo en zonas anteriormente populares.
La gentrificación, entendida como el desplazamiento de personas y negocios locales por nuevos habitantes de mayor poder adquisitivo y usos más rentables del suelo, no es un fenómeno nuevo, pero su agudización reciente ha reavivado un debate fundamental: ¿para quiénes se está construyendo la ciudad?, ¿qué tipo de viviendas están siendo priorizadas?, ¿y por qué las tendencias actuales pueden conducirnos a un futuro menos equitativo?
La vivienda no es solo un espacio físico. Es el punto de partida desde donde las personas se vinculan con su comunidad, acceden al empleo, a la educación, a la salud y a otros servicios básicos. En muchos sentidos, la vivienda es la infraestructura más íntima y decisiva para el bienestar colectivo.
Cuando el acceso a la vivienda adecuada se ve restringido, lo que está en juego no es únicamente el confort o la estabilidad de las personas, sino la capacidad misma de las ciudades para mantenerse cohesionadas, equitativas y funcionales frente a crisis presentes y futuras.
Actualmente, grandes sectores de la población (jóvenes, personas mayores, mujeres, familias monoparentales o comunidades migrantes) enfrentan dificultades estructurales para acceder a una vivienda segura y cercana a sus lugares de trabajo, estudio o redes de cuidado.
Muchos más son desplazados hacia la periferia, a zonas sin infraestructura básica o con limitada conectividad. Esto no solo fragmenta la ciudad, sino que debilita las redes de apoyo mutuo, encarece la vida urbana y socava el sentido de pertenencia.
La crisis de la vivienda que atraviesan muchas ciudades del mundo no es solo un síntoma de desigualdad, sino una tensión estructural que limita su capacidad de prosperar en el largo plazo.
Por eso, hablar de vivienda es hablar también de resiliencia. Una ciudad resiliente no es solo aquella que resiste a disrupciones puntuales, sino la que cuida sus vínculos sociales, protege a quienes históricamente la han construido y garantiza adecuadas condiciones de vida para su población en el largo plazo.
La vivienda es central en ese esfuerzo: sin una oferta adecuada de vivienda asequible, las poblaciones menos privilegiadas corren el riesgo de ser desplazadas ante las dinámicas especulativas del mercado inmobiliario.
Es por ello que las políticas de planeación y vivienda deben adoptar un enfoque integral. Además de definir usos de suelo y generar unidades de vivienda, es necesario propiciar estrategias de financiamiento, mecanismos de participación ciudadana y gobernanza que prevengan la gentrificación y garanticen un acceso equitativo a la ciudad.
Garantizar el derecho a la vivienda y generar una oferta adecuada son pilares para la resiliencia urbana y no pueden depender únicamente del mercado. Se requieren alianzas público-comunitarias, marcos regulatorios efectivos y una visión a largo plazo.
En este contexto, nos complace anunciarles que muy pronto estarán disponibles los resultados de una investigación que realizamos para CoRe Ciudades Vivibles y Amables:
Hacer posible la vivienda asequible: desafíos, alternativas y propuestas.
En este reporte analizamos experiencias internacionales y modelos alternativos de vivienda que van más allá de la construcción de vivienda nueva en propiedad individual.
A partir de entrevistas con especialistas e investigación documental, generamos recomendaciones para fortalecer la inclusión en las políticas de vivienda en México.
En RESILIENTE seguiremos colaborando con gobiernos, empresas y organizaciones para construir resiliencia usando esta y otras herramientas internacionales. Te invitamos a seguir en comunicación para impulsar juntos la transformación de nuestras ciudades.
Escríbenos a resiliente.estudio@gmail.com para agendar una videollamada o suscríbete a través de la siguiente liga para mantenernos en comunicación:
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RESILIENTE: Estudio de Soluciones Urbanas